Noche y cementerios son dos conceptos que unidos, están frecuentemente asociados en la imaginería popular con el morbo y lo tétrico. Lejos de provocar estas sensaciones, Cementerios de Barcelona organiza desde noviembre de 2007 rutas guiadas nocturnas por el cementerio de Poblenou, con la intención de dar a conocer una parte de la historia y el patrimonio, muchas veces desconocidos, de la ciudad de Barcelona.
El jueves tuvo lugar la última edición de esta ruta nocturna, en la que pudimos disfrutar de una visita guiada amenizada con música clásica interpretada en vivo por instrumentos de cuerda...
...e iluminada sólo por la tenue luz de las velas con las que se había marcado el recorrido y las que repartieron a la entrada a todos los asistentes.
El recorrido se inició en la entrada del cementerio, donde fuimos recibidos por una de las guías caracterizada como el vigilante del recinto (farolillo incluido).
Ésta nos acompañó en un viaje por la historia y el tiempo, mientras nos conducía hacia la capilla,...
...pasando por el cenotafio en homenaje a los médicos, regidores municipales y clérigos que fallecieron víctimas de la epidemia de fiebre amarilla que asoló Barcelona en 1821.
La capilla marca la entrada al departamento segundo, conocido como zona de los panteones.
Allí nos esperaba una nueva guía caracterizada como una burguesa del siglo XIX y nos adentramos con ella en lo que seguramente sea la parte más bella y artística del cementerio.
Al pie de la tumba de Anselm Clavé, conocimos al tercer guía de la noche, emulando al escritor Narcís Oller.
Junto a él y tras un breve paseo por algunos de los panteones más impresionantes del departamento,...
...como por ejemplo el de la familia Arnús,...
...abandonamos la zona más monumental...
...y fuimos acompañados a la salida,...
... de nuevo de la mano del vigilante del cementerio,...
...realizando la parada obligada en el primer departamento para visitar la tumba de Francesc Canals i Ambrós, apodado el Santet.
Abandonamos el recinto con el regusto de haber disfrutado de una placentera visita, pese a que echamos de menos el pasear por el departamento tercero, donde está “El beso de la muerte”, quizá una de las más célebres esculturas funerarias del cementerio. Hecho justificado por un motivo de seguridad, dado que la zona de acceso a ese departamento se encuentra actualmente en obras.
Una visita recomendada para todos aquellos que deseen reencontrarse con el pasado de una ciudad que cada vez más pierde su esencia enmascarando su historia con mastodónticos e impersonales edificios de vidrio y hormigón, en lo que antaño fue una zona pantanosa reconvertida en la mayor zona industrial de Europa en el siglo XIX.
Desde aquí queremos también aprovechar para agradecer al personal de Cementerios de Barcelona su amabilidad y la atención brindada en todo momento.
Enlaces:
Jordi Valmaña: «Los cementerios son lugares para disfrutar, aunque suene raro» en El Periódico.
El Cementiri de Poble Nou celebra un año más su tradicional ruta nocturna de primavera en EnMemoria.com.
La epidemia de fiebre amarilla que asoló Barcelona en 1821, a través del contenido del manuscrito 156 de la Biblioteca Universitaria de Barcelona de Dolores Gaspar García en www.raco.cat. (PDF)
El jueves tuvo lugar la última edición de esta ruta nocturna, en la que pudimos disfrutar de una visita guiada amenizada con música clásica interpretada en vivo por instrumentos de cuerda...
...e iluminada sólo por la tenue luz de las velas con las que se había marcado el recorrido y las que repartieron a la entrada a todos los asistentes.
El recorrido se inició en la entrada del cementerio, donde fuimos recibidos por una de las guías caracterizada como el vigilante del recinto (farolillo incluido).
Ésta nos acompañó en un viaje por la historia y el tiempo, mientras nos conducía hacia la capilla,...
...pasando por el cenotafio en homenaje a los médicos, regidores municipales y clérigos que fallecieron víctimas de la epidemia de fiebre amarilla que asoló Barcelona en 1821.
La capilla marca la entrada al departamento segundo, conocido como zona de los panteones.
Allí nos esperaba una nueva guía caracterizada como una burguesa del siglo XIX y nos adentramos con ella en lo que seguramente sea la parte más bella y artística del cementerio.
Al pie de la tumba de Anselm Clavé, conocimos al tercer guía de la noche, emulando al escritor Narcís Oller.
Junto a él y tras un breve paseo por algunos de los panteones más impresionantes del departamento,...
...como por ejemplo el de la familia Arnús,...
...abandonamos la zona más monumental...
...y fuimos acompañados a la salida,...
... de nuevo de la mano del vigilante del cementerio,...
...realizando la parada obligada en el primer departamento para visitar la tumba de Francesc Canals i Ambrós, apodado el Santet.
Abandonamos el recinto con el regusto de haber disfrutado de una placentera visita, pese a que echamos de menos el pasear por el departamento tercero, donde está “El beso de la muerte”, quizá una de las más célebres esculturas funerarias del cementerio. Hecho justificado por un motivo de seguridad, dado que la zona de acceso a ese departamento se encuentra actualmente en obras.
Una visita recomendada para todos aquellos que deseen reencontrarse con el pasado de una ciudad que cada vez más pierde su esencia enmascarando su historia con mastodónticos e impersonales edificios de vidrio y hormigón, en lo que antaño fue una zona pantanosa reconvertida en la mayor zona industrial de Europa en el siglo XIX.
Desde aquí queremos también aprovechar para agradecer al personal de Cementerios de Barcelona su amabilidad y la atención brindada en todo momento.
Enlaces:
Jordi Valmaña: «Los cementerios son lugares para disfrutar, aunque suene raro» en El Periódico.
El Cementiri de Poble Nou celebra un año más su tradicional ruta nocturna de primavera en EnMemoria.com.
La epidemia de fiebre amarilla que asoló Barcelona en 1821, a través del contenido del manuscrito 156 de la Biblioteca Universitaria de Barcelona de Dolores Gaspar García en www.raco.cat. (PDF)
Habéis explicado perfectamente como fue el desarrollo de la Ruta. Muy buena crónica para el empezar de una buena velada...
ResponderEliminarQue maravilla, por favor. Como me gustaría poder hacer esta ruta, con la vuestra, ya he leído cinco o seis crónicas y cada vez se me ponen los dientes más largos. Una idea estupenda ésta de los paseos por los cementerios, un buen modo de conocer su historia y ¿porque no? ese puntito de morbo que da adentrarse tras sus rejas de noche.
ResponderEliminarQue lástima que por aquí por Valencia no se lleve a cabo una iniciativa similar.
El reportaje genial, como siempre.
Abrazoss
Al final nos sacaréis los colores. Gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarAbrazos.
Ni el mejor reportero lo hubiera hecho mejor.
ResponderEliminarGracias por tan magnífico reportaje. Me ha servido como un bello recuerdo de lo que viví la noche del 25 porque sí, yo estuve allí y disfruté de ese bellísimo paseo entre música y velas. El personal de Cementerios de Barcelona es un encanto !
ResponderEliminar¡Que guapo! Espero que la próxima vez pueda estar presente. Gracias por el post.
ResponderEliminarPetons