[11-10-09]
41º23'00.27"N - 02º10'37.66"E - Elev. 16,9 m.
41º23'00.27"N - 02º10'37.66"E - Elev. 16,9 m.
Cuando los romanos decidieron fundar la ciudad de Barcino, escogieron el lugar conocido como Mons Taber para hacerlo; una pequeña elevación cerca del mar que, por poseer tales características, era fácilmente defendible y dotaba de una gran vista sobre los territorios colindantes.
En la parte más alta de dicho monte, construyeron un templo dedicado al emperador Augusto del que ahora, cuando Barcino ha pasado a ser Barcelona, sólo quedan cuatro columnas escondidas entre edificios pero que desde allí resisten y desafían el paso del tiempo.
El templo de Augusto era hexástilo y períptero , de treinta y cinco metros de largo por diecisiete y medio de ancho. El lugar exacto donde se encontraba el ara del templo señalaba el lugar más alto del Mons Taber y ahora es solo una rueda de piedra completamente integrada en el pavimento de la calle Paradís.
Lo realmente impresionante para el visitante avezado son las cuatro columnas con capiteles corintios y el arquitrabe, integrado en los edificios que rodean a los vestigios romanos, que se encuentran dentro del edificio del número 10 de dicha calle.
No hay pérdida, diversos rótulos marcan el lugar y entrando en el portal encontraréis un cartel indicador que os enseñará el camino.
Aunque este edificio depende ahora arqueológicamente del Museu d’Història de la Ciutat, es al mismo tiempo sede de la entidad excursionista más antigua del país con 127 años de historia, el Centre Excursionista de Catalunya, que ocupa ese lugar desde que en 1877 alquilaron un piso de ese edificio. Tras una hermosa vidriera se puede adivinar que los socios disfrutan de una vista vedada a los visitantes, ya que existe una terracita desde la que ellos seguramente puedan tener una vista privilegiada de estos restos del siglo I d.C.
El edificio ha sufrido varias adaptaciones y cambios a lo largo del tiempo. Sólo las tres columnas que están en ángulo han estado siempre allí. La cuarta columna fue emplazada en 1956, después de estar muchos años en la plaça del Rei. A principios de siglo, el socio Lluís Domènech i Montaner, hizo una gran transformación del edificio y adaptó las estancias del piso principal, que tenía que ocupar el Centre Excursionista de Catalunya, en función de les columnas romanas antes medio ocultas y, a partir de entonces, restauradas y exentas. La inauguración oficial de les obres de remodelación del local, que le dieron el aspecto actual, tuvo lugar el 20 de octubre de 1905.
Por tradición oral se sabe que el farol que colgaba del arco del patio de la entrada, retirado por riesgo de robo, es obra de Josep Puig i Cadafalch.
Las vidrieras con el lema del antiguo Centre Excursionista de Catalunya fueron retiradas en 1939 y no fueron restauradas hasta 1999 por el ayuntamiento.
Para aquellos que queráis saber más sobre la historia de las columnas y su vinculación con el Centre Excursionista de Catalunya podéis consultar este interesante artículo (en catalán).
No deja de ser curioso pensar que cuando algunos inquilinos de los edificios adyacentes salían a tender la ropa en su patio de luces, lo estaban haciendo sobre unas columnas que llevan allí desde la fundación de la ciudad.
A todas las personas interesadas en los vestigios de la ciudad romana de Barcino, recomendamos esta visita. No es un lugar amplio ni de fácil localización (si no sabes de su existencia), pero sorprende al ser una parte de nuestro pasado romano atrincherada entre los edificios góticos que conforman el centro de Barcelona.
Columnas del templo de Augusto
Calle Paradís, 10 - Barcelona (08002)
Entrada gratis.
Tel. +34 933152311 / Fax +34 933151408
En la parte más alta de dicho monte, construyeron un templo dedicado al emperador Augusto del que ahora, cuando Barcino ha pasado a ser Barcelona, sólo quedan cuatro columnas escondidas entre edificios pero que desde allí resisten y desafían el paso del tiempo.
El templo de Augusto era hexástilo y períptero , de treinta y cinco metros de largo por diecisiete y medio de ancho. El lugar exacto donde se encontraba el ara del templo señalaba el lugar más alto del Mons Taber y ahora es solo una rueda de piedra completamente integrada en el pavimento de la calle Paradís.
La losa circular del suelo marca la ubicación de la cima del Mons Taber
Lo realmente impresionante para el visitante avezado son las cuatro columnas con capiteles corintios y el arquitrabe, integrado en los edificios que rodean a los vestigios romanos, que se encuentran dentro del edificio del número 10 de dicha calle.
No hay pérdida, diversos rótulos marcan el lugar y entrando en el portal encontraréis un cartel indicador que os enseñará el camino.
Aunque este edificio depende ahora arqueológicamente del Museu d’Història de la Ciutat, es al mismo tiempo sede de la entidad excursionista más antigua del país con 127 años de historia, el Centre Excursionista de Catalunya, que ocupa ese lugar desde que en 1877 alquilaron un piso de ese edificio. Tras una hermosa vidriera se puede adivinar que los socios disfrutan de una vista vedada a los visitantes, ya que existe una terracita desde la que ellos seguramente puedan tener una vista privilegiada de estos restos del siglo I d.C.
El edificio ha sufrido varias adaptaciones y cambios a lo largo del tiempo. Sólo las tres columnas que están en ángulo han estado siempre allí. La cuarta columna fue emplazada en 1956, después de estar muchos años en la plaça del Rei. A principios de siglo, el socio Lluís Domènech i Montaner, hizo una gran transformación del edificio y adaptó las estancias del piso principal, que tenía que ocupar el Centre Excursionista de Catalunya, en función de les columnas romanas antes medio ocultas y, a partir de entonces, restauradas y exentas. La inauguración oficial de les obres de remodelación del local, que le dieron el aspecto actual, tuvo lugar el 20 de octubre de 1905.
Por tradición oral se sabe que el farol que colgaba del arco del patio de la entrada, retirado por riesgo de robo, es obra de Josep Puig i Cadafalch.
Las vidrieras con el lema del antiguo Centre Excursionista de Catalunya fueron retiradas en 1939 y no fueron restauradas hasta 1999 por el ayuntamiento.
Para aquellos que queráis saber más sobre la historia de las columnas y su vinculación con el Centre Excursionista de Catalunya podéis consultar este interesante artículo (en catalán).
No deja de ser curioso pensar que cuando algunos inquilinos de los edificios adyacentes salían a tender la ropa en su patio de luces, lo estaban haciendo sobre unas columnas que llevan allí desde la fundación de la ciudad.
A todas las personas interesadas en los vestigios de la ciudad romana de Barcino, recomendamos esta visita. No es un lugar amplio ni de fácil localización (si no sabes de su existencia), pero sorprende al ser una parte de nuestro pasado romano atrincherada entre los edificios góticos que conforman el centro de Barcelona.
Columnas del templo de Augusto
Calle Paradís, 10 - Barcelona (08002)
Entrada gratis.
Tel. +34 933152311 / Fax +34 933151408
Enlaces:
Ara Augusti. El Templo de Augusto en Barcino en Celtiberia.net.
Barcino: el pasado romano de Barcelona en Liceus.com.
¡¡¡Fantastic!!!
ResponderEliminarA veces las cosas pequeñas encierran una gran historia.
ResponderEliminarQue pasada¡¡ Me parece increíble que estas columnas hayan resistido a la vorágine constructora de la ciudad y que se hayan respetado. Un pequeño rincón secreto de Barcelona que no conocía y que visitaré sin duda la próxima vez que vaya por allí. Un artículo estupendo¡¡
ResponderEliminarSaludos
Sinuhé
¡Gracias Sinuhé!
ResponderEliminarLo de sobrevivir es debido a su emplazamiento semioculto, aunque hoy hemos pasado por allí y había unos niñatos dándose el lote en un rincón... esperemos que en breve no aparezcan grafitis o hagan botellones.
Gran trabajo. Con tu permiso te seguiré.
ResponderEliminarSalut!
Muchas gracias "Tempus fugit".
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