Hace unos meses decidimos ir a conocer ese país vecino que, sin embargo, es un desconocido total para muchos españoles: Portugal. No pretendemos describir en profundidad este país, ni las relaciones actuales con España, pero sí que diremos que Portugal es un país lleno de sorpresas que merece la pena ser visitado.
Para no hacer de turistas totales, decidimos entrar por una carretera secundaria (no recomendada por los baches que tiene... aunque eso no lo sabíamos entonces) en lugar de por la autopista, que nos llevó desde Badajoz a Campo Maior pasando por la frontera de Lopo, uno de los antiguos pasos fronterizos entre los dos países.
No relataremos nuestras primeras impresiones de Campo Maior al entrar por el arco de Santa María. Sólo comentaremos que aparcamos junto a la iglesia-convento de San Antonio y todos los lugareños que nos encontrábamos nos hacían aspavientos para que nos fuésemos de allí porque había gitanos que robaban a los turistas... Cuando esas son las primeras palabras de bienvenida que recibes al llegar a otro país te quedas con una sensación extraña que no sabes si coger y volverte. Sin embargo, tras estar dos semanas en Portugal, nuestra sensación fue muy buena y con ganas de repetir.
A lo que vamos. En la localidad de Campo Maior, situada en el distrito de Portalegre en la región del Alentejo, se alza la iglesia Matriz de Campo Maior (iglesia de Nª Sª Da Expectaçao).
Junto a ésta se halla la "capela dos ossos" o "capela das almas", una capilla de huesos que data de 1766.
Como curiosidad decir que, como en ese país no son tan mojigatos como los españoles en temas funerarios, se puede observar el interior de ésta desde la ventana que da a la calle.
A pesar que estaba cerrada, el párroco nos abrió la puerta dejándonos solos pues estaba liado con preparativos de una comunión, por lo que pudimos campar a nuestras anchas (aunque no da para mucho el espacio) por la capilla.
La capilla en sí ocupa el espacio de una habitación donde están expuestos los huesos de alrededor de 800 personas (otras fuentes señalan 1.500 personas).
Éstos huesos proceden de un trágico suceso que tuvo lugar en la población el 16 de septiembre de 1732 cuando un rayo alcanzó, durante la madrugada, el polvorín del castillo que contenía 6.000 arrobas de pólvora (en Portugal una arroba era el equivalente a 14,7 Kg.) y 5.000 municiones, originando una explosión tan violenta que acabó con la vida de dos tercios de la población (se habla de 823 casas destruidas (1.100 según otras fuentes)).
El origen de que tal cantidad de munición estuviese almacenada en el lugar hay que buscarlo en la Guerra de Restauración portuguesa (Guerra da Restauração) que enfrentó a Portugal y Castilla (1640-1668), convirtiéndo a Campo Maior en el segundo puesto militar más importante del Alentejo después de Elvas, un punto fronterizo asediado continuamente por las tropas castellanas.
El conflicto se resolvió con el Tratado de Lisboa y la consiguiente independencia portuguesa gracias, en parte, a la sublevación de Cataluña (Guerra dels Segadors) que mantenía a los mejores soldados castellanos ocupados en dicho conflicto. Tras ello, la munición quedó almacenada en el polvorín de Campo Maior hasta la fecha del desafortunado accidente.
Ésta capilla se construyó treinta y cuatro años más tarde en recuerdo de todos los que murieron y de sus ánimas. La devoción a las ánimas del Purgatorio, más generalizada después del Concilio de Trento, está muy arraigada en el pueblo portugués siendo frecuentes los paneles u oratorios de santuarios dispersos por su geografía. Podemos encontrar capillas de huesos en otras localidades portuguesas como Monforte, Évora, Alcantarilha, Pechão, Faro, Lagos y alguna más que seguro se nos escapa.
Aún así éstos rótulos de este tipo de capillas no dejan de ser un aviso a navegantes que invitan a la reflexión sobre la propia mortalidad. En este caso una sentencia reza "Nós ossos q aquí estamos pelos vossos esperamos. Dai huma esmola as Almas pelo amor de Deos" que viene a ser algo así como "Nosotros, huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos. Dad humanos limosna a las Almas por el amor de Dios".
La capilla, cubierta por una bóveda de crucería ...
... y dispuesta en dos secciones, está revestida completamente (a excepción del suelo, que es del siglo XX) de huesos y calaveras, e incluso con tres esqueletos completos en sendas hornacinas.
No hay hueco entre los huesos lo que le confiere un aspecto curioso al espacio, una mezcla de blanco y negro o de escala de grises.
Un gran ventanal que da a la calle ilumina la estancia, a la vez que da una sensación de irrealidad al mundo exterior que se ve a través, como si fuese un sueño en el que vivimos a diario.
Así que, a aquellos que no tengan prejuicios sobre este tipo de lugares, recomendamos dicho espacio que nos hace reflexionar sobre nuestra propia existencia y su brevedad.
Capela dos Ossos:
Horario: Abierto todos los días
Parroquia de Campo Maior
Largo Dr. Regala, n.º 6
7370-047 CAMPO MAIOR
Teléfono: 268 686 168
e-mail: paroquia_cmaior@hotmail.com
Institución responsable:
Diócesis de Évora
E-mail: diocese@diocese-evora.pt
Para no hacer de turistas totales, decidimos entrar por una carretera secundaria (no recomendada por los baches que tiene... aunque eso no lo sabíamos entonces) en lugar de por la autopista, que nos llevó desde Badajoz a Campo Maior pasando por la frontera de Lopo, uno de los antiguos pasos fronterizos entre los dos países.
Paso fronterizo de Lopo (vía)
No relataremos nuestras primeras impresiones de Campo Maior al entrar por el arco de Santa María. Sólo comentaremos que aparcamos junto a la iglesia-convento de San Antonio y todos los lugareños que nos encontrábamos nos hacían aspavientos para que nos fuésemos de allí porque había gitanos que robaban a los turistas... Cuando esas son las primeras palabras de bienvenida que recibes al llegar a otro país te quedas con una sensación extraña que no sabes si coger y volverte. Sin embargo, tras estar dos semanas en Portugal, nuestra sensación fue muy buena y con ganas de repetir.
A lo que vamos. En la localidad de Campo Maior, situada en el distrito de Portalegre en la región del Alentejo, se alza la iglesia Matriz de Campo Maior (iglesia de Nª Sª Da Expectaçao).
Junto a ésta se halla la "capela dos ossos" o "capela das almas", una capilla de huesos que data de 1766.
Como curiosidad decir que, como en ese país no son tan mojigatos como los españoles en temas funerarios, se puede observar el interior de ésta desde la ventana que da a la calle.
Vista de la capilla a través de la ventana
A pesar que estaba cerrada, el párroco nos abrió la puerta dejándonos solos pues estaba liado con preparativos de una comunión, por lo que pudimos campar a nuestras anchas (aunque no da para mucho el espacio) por la capilla.
Una calavera a la altura del dintel de la puerta nos da la bienvenida
La capilla en sí ocupa el espacio de una habitación donde están expuestos los huesos de alrededor de 800 personas (otras fuentes señalan 1.500 personas).
Éstos huesos proceden de un trágico suceso que tuvo lugar en la población el 16 de septiembre de 1732 cuando un rayo alcanzó, durante la madrugada, el polvorín del castillo que contenía 6.000 arrobas de pólvora (en Portugal una arroba era el equivalente a 14,7 Kg.) y 5.000 municiones, originando una explosión tan violenta que acabó con la vida de dos tercios de la población (se habla de 823 casas destruidas (1.100 según otras fuentes)).
El origen de que tal cantidad de munición estuviese almacenada en el lugar hay que buscarlo en la Guerra de Restauración portuguesa (Guerra da Restauração) que enfrentó a Portugal y Castilla (1640-1668), convirtiéndo a Campo Maior en el segundo puesto militar más importante del Alentejo después de Elvas, un punto fronterizo asediado continuamente por las tropas castellanas.
El conflicto se resolvió con el Tratado de Lisboa y la consiguiente independencia portuguesa gracias, en parte, a la sublevación de Cataluña (Guerra dels Segadors) que mantenía a los mejores soldados castellanos ocupados en dicho conflicto. Tras ello, la munición quedó almacenada en el polvorín de Campo Maior hasta la fecha del desafortunado accidente.
Una frase agorera se puede intuir aún entre los huesos
Ésta capilla se construyó treinta y cuatro años más tarde en recuerdo de todos los que murieron y de sus ánimas. La devoción a las ánimas del Purgatorio, más generalizada después del Concilio de Trento, está muy arraigada en el pueblo portugués siendo frecuentes los paneles u oratorios de santuarios dispersos por su geografía. Podemos encontrar capillas de huesos en otras localidades portuguesas como Monforte, Évora, Alcantarilha, Pechão, Faro, Lagos y alguna más que seguro se nos escapa.
Una copia de la frase original puede leerse en el rótulo,
aunque en éste la rematan pidiendo limosna...
aunque en éste la rematan pidiendo limosna...
Aún así éstos rótulos de este tipo de capillas no dejan de ser un aviso a navegantes que invitan a la reflexión sobre la propia mortalidad. En este caso una sentencia reza "Nós ossos q aquí estamos pelos vossos esperamos. Dai huma esmola as Almas pelo amor de Deos" que viene a ser algo así como "Nosotros, huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos. Dad humanos limosna a las Almas por el amor de Dios".
Un par de frases ilegibles se pueden intuir a los lados de la ventana...
... aunque han perdido la mayoría de huesos
La capilla, cubierta por una bóveda de crucería ...
... y dispuesta en dos secciones, está revestida completamente (a excepción del suelo, que es del siglo XX) de huesos y calaveras, e incluso con tres esqueletos completos en sendas hornacinas.
Los esqueletos en las hornacinas
No hay hueco entre los huesos lo que le confiere un aspecto curioso al espacio, una mezcla de blanco y negro o de escala de grises.
Un gran ventanal que da a la calle ilumina la estancia, a la vez que da una sensación de irrealidad al mundo exterior que se ve a través, como si fuese un sueño en el que vivimos a diario.
Así que, a aquellos que no tengan prejuicios sobre este tipo de lugares, recomendamos dicho espacio que nos hace reflexionar sobre nuestra propia existencia y su brevedad.
Capela dos Ossos:
Horario: Abierto todos los días
Parroquia de Campo Maior
Largo Dr. Regala, n.º 6
7370-047 CAMPO MAIOR
Teléfono: 268 686 168
e-mail: paroquia_cmaior@hotmail.com
Institución responsable:
Diócesis de Évora
E-mail: diocese@diocese-evora.pt
Un lugar impactante,como siempre muy bien explicado y,como todas las entradas vuestras,con esclarecedoras imágenes.Vaya yu-yu de pueblo,para que se te cale el coche!!.
ResponderEliminarImpresionante capilla y como siempre un espléndido reportaje, el año pasado hicimos nuestra primera visita al país vecino y posiblemente este año repitamos!
ResponderEliminarjoder, me dejáis sin palabras. Mira que estamos cerca de Portugal y como cambian las cosas. Yo, cuando he estado allí he ido de turista puro, por autopistas, y claro, me pierdo todo.
ResponderEliminarPublicáis poco, pero con una calidad impecable.
En dos palabras Im-presionante!!
Besos
Tanto que alardea una de conocer algo de la cultura funeraria y no sabía que en el país vecino existen más capillas de los huesos a parte de la de Évora. ¡Ay!
ResponderEliminarMuy bonito el reportaje y muy documentado. Me fascina Portugal. Es un país alucinante y precisamente por tenerle aquí al lado igual no le prestamos tanta atención, pero es verdaderamente precioso. Nosotros fuimos hace unos años desde Vigo hasta Oporto en coche, por carreteras secundarias y tuvimos la suerte de parar, entre otros sitios, en Braga y allí pude ver uno de los órganos barrocos más alucinantes que nunca haya visto. Bueno, que me voy del tema.
Me ha encantado. ¡Gracias Ksawery, Lilith!
A mi me resulta muy curioso que treinta y cuatro años después usaran los restos para decoración funeraria. Me refiero a que aún habría familiares vivos y... quizás sea raro para eso pero pensar que usen la calavera de tu pariente para decorar un dintel....
ResponderEliminarEstupenda entrada. Saludos.
¡Buenoooooo! ¡por fin! :-) Una entrada interesantísima, además me ha gustado esa puntualización de que los portugueses no son tan mojigatos como nosotros.
ResponderEliminarMe ha hecho sonreir ese interés por parte de los que se han ido a mejor vida en recordarnos que allí nos esperan:-))))))
Buen fin de semana, un abrazo:-)
Un gustazo leeros como siempre.
ResponderEliminarMe encanta lo de la mojigatería española.. Portugal se está poniendo las pilas con el turismo funerario y tienen mucha riqueza que enseñar. Ya me habéis dado un buen plan para lo que queda de verano: Un paseo por uno de sus deliciosos cementerios, un vinho verde y un buen plato de bacalao a brá.