domingo, 19 de agosto de 2012

Jaime I y el mausoleo que no lo fue... (Tarragona)

[31/10/11]


Los restos de Jaime I, como muchos otros ilustres de este país, han dado casi tantas vueltas después de muerto como su propietario dio en vida. Dado que las peripecias póstumas de Jaime I dan para una entrada ya de por sí, que os contaremos en otra ocasión puesto que tienen miga, vamos a centrarnos sólo en el sepulcro modernista que nunca llegó a ocupar y que poca gente conoce.

Estatua de Jaime I en Valencia

Para no entrar en detalles, diremos que los restos de Jaime I se encontraban en la catedral de Tarragona (ya os contaremos en otra ocasión cómo llegaron allí desde el Real Monasterio de Santa María de Poblet) y según los documentos, en un intento de dignificar la memoria del insigne monarca y aprovechando que se cumplía el VII centenario de su nacimiento en Montpellier, el Alcalde de Tarragona se dirige en 1906 al cabildo catedralicio para pedirles permiso para erigir un nuevo panteón con la ayuda del Estado. La petición se aprueba ese mismo año concediendo autorización para construir un panteón para Jaime I y otro para el resto de personajes reales que fueron recuperados de Poblet.

Fachada inacabada de la catedral de Tarragona

Dicho proyecto se encarga al arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner, que andaba enfrascado por aquella época en la construcción del Palau de la Música Catalana, lo cual hace que el proyecto avance muy lentamente, hasta tal punto que el 2 de febrero de 1908 se celebra el VII centenario en Montpellier y éste sigue sin estar firmado.

Detalle de la fachada del Palau de la Música Catalana

En marzo de ese año, Domènech i Montaner firma el proyecto definitivo para la construcción de los panteones, que queda aprobado por Real Orden de 19 de junio, con una dotación de cincuenta mil pesetas.

Alzado y sección del panteón de Jaime I proyectado por Domènech i Montaner (vía)

Posteriormente se constituye la junta encargada de la construcción. Pero, ¡con la iglesia hemos topado! Ni al Arzobispo ni al cabildo les gustaba la ubicación de los sepulcros bajo los arcos formeros del crucero, tal y como estaban situados en el monasterio de Poblet, y que Domènech i Montaner había escogido en su proyecto inicial. El proyecto final aparece ya rectificado y los sepulcros colocados en el trascoro de la catedral. Este cambio será fuente de discusión entre el cabildo y la Comisión Provincial de Monumentos de Tarragona a lo largo de numerosas reuniones.

Plano del proyecto de Domènech i Montaner (vía)

Sección del proyecto de Domènech i Montaner (vía)

La situación se resuelve finalmente mediante Real Orden de 13 de julio de 1909, que acuerda situar un único panteón con los restos de Jaime I en el trascoro de la catedral, simétrico al existente donde en ese momento reposaba el rey, de tal forma que los restos del monarca pasaran al nuevo panteón y los de los demás personajes, guardados hasta entonces en una caja de nogal en la sacristía de la capilla del Corpus Christi, al sepulcro antiguo.

Antiguo sepulcro de Jaime I en la Catedral de Tarragona (vía)

Aunque el proyecto tenía luz verde y Domènech i Montaner se pone manos a la obra, aún en una sesión de la Comisión de Monumentos de 1923 se vuelve a discutir la posible situación del panteón. Eduard Toda i Güell, aprovechando que la Catedral había sido declarada Monumento Nacional en 1905, y por tanto correspondía a la Comisión de Monumentos informar de todas las obras a realizar en ella, propone situar el panteón en el intercolumnio de la nave mayor inmediato después del crucero. Dicha proposición era prácticamente inviable ya que suponía suprimir el coro de su ubicación actual en el centro de la nave mayor y trasladarlo al presbiterio. Posiblemente, como diplomático que era, ésto fuese una maniobra de Toda para posponer la instalación del panteón mientras se propiciaba la idea del retorno de los restos a Poblet.

Fachada de la iglesia del monasterio de Poblet

Ese mismo año muere Domènech i Montaner, pasando su hijo a hacerse cargo, aunque en 1927 se sigue discutiendo todavía sobre la ubicación del panteón que ya estaba depositado en los almacenes de la Catedral. Posteriormente el panteón pasa a manos municipales, quedando olvidado en los almacenes del matadero hasta 1992, fecha en la que el Ayuntamiento decide montarlo en su actual ubicación, en el patio del Rey Jaime I de las dependencias consistoriales.


Tal y como describe Joan Bassegoda Nonell en su artículo Luís Domènech y Montaner y el monumento a Jaime I en Tarragona 1:

“El panteón proyectado por Luís Domènech se compone de tres partes: el basamento, el sarcófago y el dosel.


El basamento está compuesto por un podio de piedra que sobresale del cuerpo general y cuya coronación la constituyen unas postas que con forma de voluta pretenden significar las olas del mar. 

En la parte frontal del zócalo figura una leyenda escrita con caracteres gótico-modernistas que dice: “hic tumulatus anno MDCCCCVII”.

En el flanco lateral aparecen señaladas dos líneas para contener otra leyenda que en el proyecto publicado en 1910 aparece en blanco.

El cuerpo intermedio lo forma una nave con un mascarón de proa en forma de figura femenina que sostiene con los brazos en alto una corona. A popa hay un ángel en pie con las alas desplegadas portando en sus manos la bandera de las cuatro barras.


Sobre la nave apoya un sarcófago que aparenta estar cubierto con un paño mortuorio del que destacan en la parte alta tres coronas alineadas en representación de los reinos de Aragón, Valencia y Mallorca.


En los flancos aparecen tres águilas bicéfalas de alas desplegadas con escudos que representan, el central, la cruz de San Jorge y las cuatro testas de moro del reino de Aragón y los laterales partidos, con las cuatro barras en parte interior y en la superior los atributos de Mallorca y Valencia respectivamente.


De los escudos penden unos a modo de medallones, que quedan situados en la zona del zócalo, representando sellos reales en los que figura un caballero a galope, un dragón y un monarca en su trono.

 Como se puede apreciar, no hay ningún dragón sino un león 
De las crestas de las olas o postas, arrancan los fustes cilíndricos de ocho columnas, cuatro a cada lado, que sostienen el dosel.


Estos fustes tienen ornamentación incisa en la parte baja correspondiente a la base que no existe y, arriba, en el collarino. Los capiteles se componen de dos cilindros en intersección octogonal y en sus cuatro caras, que son círculos, aparecen cruces griegas.


Encima de estos capiteles aparecen arcos trilobulados muy característicos de la arquitectura de Domènech. Los arcos son sumamente peraltados y los lóbulos semicirculares.

A la altura de los lóbulos laterales se repiten, en menor tamaño, los capiteles de cilindros cruzados y en las caras o facetas se representan águilas bicéfalas. Encima de estos capiteles menores están los pináculos compuestos por troncos de cono que, en los tercios, aparecen interrumpidos por esferas, todo ello de piedra con incisiones decorativas geométricas.

Frontalmente, aparece un arco trilobulado más alto que los laterales y, entre los pináculos, se ve la cubierta del dosel de arco apuntado.


En las enjutas, entre el arco trilobulado y el apuntado del techo, hay una decoración de retorcida hojarasca en relieve.


Encima de la cumbrera o espinazo del dosel se ve una complicada crestería compuesta alternativamente por ocho esferas de mayor y menor tamaño entre ganchos de aire gótico.


Las esferas pequeñas sirven de apoyo a cuatro cruces griegas con aureola situadas con frentes a la fachada lateral del panteón.

Los faldones del dosel y la cubierta del sarcófago así, como el intradós del dosel, están recubiertos de mosaicos de vivos colores.


En el intradós del dosel hay un escudo con las cuatro barras con una cruz tricoronada.”

 En realidad la cruz está tetracoronada... 

Habréis podido comprobar por las imágenes que no toda la descripción es estrictamente correcta y que tiene fallos gramaticales, aún así nos ha parecido lo suficientemente buena para transcribirla.

Como veis, un monumento impactante que ha estado a punto de no llegar nunca a ver la luz pública por desacuerdos estúpidos pese a que es una tumba digna de un rey, nunca mejor dicho, y de uno de los más renombrados arquitectos catalanes de los que tanto gusta alardear a algunos.

El mausoleo en su ubicación

Mausoleu de Jaume I:
Plaça de la Font, 1 (patio del Ayuntamiento)
43003 - Tarragona


1 Título: Luis Doménech y Montaner y el monumento a Jaime I en Tarragona, por  Juan Bassegoda Nonell, Lluís Domènech i Montaner. Aparecido en el número 29 de Revista técnica de la propiedad urbana (Cámera oficial de la propiedad urbana, 1979).

domingo, 1 de abril de 2012

La cripta de Namur

[28/07/11]

En un día triste y lluvioso nuestro deambular nos conduce, movidos por la curiosidad, a través de Bélgica hasta el cementerio de Namur, llamado de Belgrade, en Saint-Servais, y más concretamente a su cripta.

Entrada a la cripta de Namur.
Obsérvensen los tragaluces de la cripta en el suelo

Para acceder a ella, hay que solicitar un permiso al ayuntamiento de Namur, que nos lo expidió amablemente y sin ningún tipo de problemas. Incluso nos ofrecieron la posibilidad de hacernos una visita guiada, que rehusamos ya que no sabíamos cuándo nos dejaríamos caer por allí.

Al llegar allí, siguiendo las instrucciones del ayuntamiento, debíamos localizar al conserje del recinto y presentar el permiso para que nos abrieran el acceso a la cripta. Dicho y hecho. Un fornido conserje, poco hablador y un tanto sorprendido de la expectación que provocaba la cripta (según parece éramos el segundo grupo de españoles que solicitaban el acceso en poco tiempo), nos abrió el acceso a la cripta, situada en una edificación circular del cementerio.

Escaleras de acceso a la cripta

El piso superior de la edificación no contiene nada más que unas escaleras que bajan y un montacargas. La sorpresa se encuentra en el piso inferior.

Primera impresión de la cripta de Namur

Si os dais una vuelta por Internet veréis que la mayoría de fotos del lugar, que son siempre las mismas, están retocadas con cierto efectismo y mezcladas con las de la cripta de Laeken (no la cripta real sino la del cementerio). Al llegar abajo supimos el porqué.

 Una débil iluminación eléctrica recorre esta galería

El conserje nos acompañó abajo para encendernos la escasa luz eléctrica que hay en uno de los pasillos y, suponemos, para ver nuestra cara al contemplar el lugar. Ante nosotros se abrían dos galerías pobremente iluminadas, llenas de trastos por doquier y con un importante problema de humedad que ¡incluso había originado estalactitas y estalagmitas!.

El moho y la humedad se han apoderado de este espacio dejando ilegibles muchos de sus nombres


Parece ser que el origen del aparente estado de abandono del lugar se debe a un fallo en la planificación de la construcción, ya que se tomaron como modelo criptas de otros países sin tener en cuenta las lluvias frecuentes de Bélgica y las consecuentes filtraciones que éstas pueden provocar en el subsuelo, originando así los importantes problemas de humedad que han llevado al rápido deterioro del lugar.

Estado de las lápidas de la segunda galería

Por ponernos un poco en situación: En abril de 1862, el consejo comunal de Namur decide crear un nuevo cementerio en Saint-Servais que, cuando se queda pequeño, se amplía construyendo una cripta subterránea. Dicha cripta, en 1886, contenía un centenar de nichos y contaba con una única galería, que es la que tiene luz eléctrica.

Una silla solitaria para las escasas visitas...

.. hace compañía a un viejo taburete que ha visto días mejores

En 1899 se amplía el espacio alargando la galería en sentido contrario y poco después de abre otra galería perpendicular a éstas, iluminadas ambas con tragaluces que añaden unos cuatrocientos nichos más a los ya existentes.

Vista de la segunda galería. Al fondo la primera.

Vista de la tercera galería desde la entrada

La decadencia ha tomado el lugar

A pesar de su estado, apreciable en las fotografías, esta cripta nunca ha caído en desuso, aunque el último enterramiento data de 2001.

Estalagmitas y escombros se acumulan por unos suelos que no siempre son fáciles de ver en la segunda galería

La humedad ha formado calcificaciones en forma de estalactitas en los tragaluces

Un problema que presenta el mantenimiento del lugar es que los nichos son a perpetuidad, por lo que, a diferencia de lo que pasa en nuestro país, éstos no vuelven a manos municipales pasado el periodo de concesión. Es decir, el mantenimiento de dichas sepulturas está a cargo de las familias, que en algunos casos pueden haber desaparecido o haberse desentendido totalmente de ellas, tal y como se puede ver en los carteles de requerimiento que se encuentran en muchos de los nichos.

Un requerimiento para las familias propietarias.
¡Data de 1973! 

Estado de varias lápidas de la tercera galería
Obsérvese la calcificación en la segunda lápida

A pesar de ello, y dado el interés cultural que tiene el lugar, se está promoviendo un proyecto para clasificarlo como monumento histórico y añadirlo a los atractivos turísticos de la ciudad de Namur, para poder así hacerse cargo de su restauración y conservación.

Lápidas caídas y otros objetos menos reconocibles pueblan sus fríos suelos

Personalmente, la cripta tiene el atractivo de los lugares abandonados (a quien le gusten este tipo de sitios sabe de qué hablamos), pero no recomendaríamos en su actual estado el acceso hasta que no haya un saneamiento del lugar, que no dudamos le restará cierto encanto pero añadirá seguridad para los visitantes.


Naturalmente este cementerio tiene muchas otras cosas dignas de mención, aunque en esta entrada hemos querido centrarnos sólo en su cripta.

Horario del cementerio:
De 8 a 18h del 1 de marzo al 2 de noviembre incluido.
De 8 a 17h del 3 de noviembre hasta finales de febrero.

domingo, 1 de enero de 2012

¡Feliz año 2012!


El 2011 es cosa del pasado. Atrás quedan penas y alegrías para comenzar el nuevo año con las pilas cargadas.

Este año que acaba ha estado de nuevo marcado por la crisis a la que unos pocos nos han llevado por su ambición, sin embargo no nos podemos quejar puesto que peor están en... en... en algún lugar que ahora no se nos ocurre.

Personalmente, no nos podemos quejar, ya que el 2011 nos deja nuevas amistades, nuevos viajes y experiencias que poco a poco iremos compartiendo (esperamos...) en este blog.

Este año no nos vamos a hacer ningún propósito porque demostrado queda que no somos capaces de cumplirlos, pero tenemos muchas ideas que esperamos pronto vean la luz.

Desde aquí queremos dar las gracias y desear lo mejor para el nuevo año que comienza a todos aquellos que nos seguís y que nos alentáis entrada a entrada con vuestros comentarios. Sin vosotros esto sería muy aburrido.

¡Feliz 2012!